Las peladillas (almendras revestidas del azúcar) representan uno de los dulces más típicos de Damasco y llegaron a los mercados mundiales y se han convertido en el regalo de Siria al mundo.

Al-Mulabas o “huevos de paloma” como lo llaman los sirios es el más presente en ocasiones sociales y fiestas religiosas, especialmente en la celebración por el natalicio del Profeta Mahoma.

La industria de las peladillas fue conocida por los antiguos damascenos pues los acompañaba en eventos sociales y religiosos donde exhibían esas golosinas de forma estética en sus zocos populares.

La manufactura de las peladillas en Damasco se remonta a 1920, según uno de sus elaboradores, Husam al-Sukkari.

Los tipos de peladillas varían en colores y materiales utilizados en su preparación, a saber que la almendra revestida con azúcar es la más famosa.

Se ofrece en las fiestas religiosas o de nacimiento en un solo color monolítico, mientras que en las festividades y bodas cuenta con varios colores y la capa de azúcar es más gruesa.

Las etapas de elaboración comienzan con las almendras tostadas y luego se recubren con una capa delgada de azúcar con la adición de agua de rosas, señalando que cada kilo de almendra necesita aproximadamente cuatro kilogramos de azúcar.

Las almendras confitadas suelen adornar las típicas bandejas navideñas donde se convierte en uno de los dulces de la Navidad por excelencia.

Además fue un elemento principal en las bodas gitanas donde los invitados rociaban con lluvia de peladillas a los novios por su color blanco que simboliza la pureza y por su forma de pequeños huevos que también invocan la fertilidad de la pareja, puesto que en las creencias de los gitanos se ofrenden cinco o un número impar de esas golosinas, y así la pareja debe permanecer unida.

AUTORA: Andrea Villacañas Lorenzo

FECHA: 22/05/2023