Desde que se produjo el catastrófico terremoto en febrero del año pasado, Siria parece haber
quedado un poco en el olvido, especialmente en los medios de comunicación. A pesar de ello, desde la
Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio queremos seguir dando voz a los problemas y crisis que el país
sufre desde el inicio de la guerra civil en 2011. El 72% de la población desplazada en Idlib son mujeres.
Por ello, hemos desarrollado una campaña orientada a mejorar las condiciones de vida de las mujeres
en los campos de desplazados en el noroeste de Siria.


Desde la Asociación somos muy conscientes de la situación que sufren las mujeres en los
campos de desplazados, y estamos siempre comprometidos a ayudar a esta parte de la población. En la
mayoría de los casos las mujeres son el sustento principal de la unidad familiar, ya que son ellas quienes
aportan los principales recursos y cuidan a los niños. Además, por su condición de mujer, tienen que
hacer frente a ciclos, como la menstruación, el embarazo o la lactancia, que, en circunstancias poco
favorables, pueden ser perjudiciales para su salud y suponer una carga. Viven en tiendas de campaña
muy precarias, con baños compartidos, y no tienen acceso a productos de higiene básicos, como
compresas, geles íntimos o tampones, lo que dificulta aún más su día a día en los campos de desplazados
por la estigmatización de la que son objeto los días en los que tienen la regla. Estas condiciones hacen
que su higiene peligre.


Durante el embarazo tampoco disponen de la ayuda necesaria, no tienen acceso a tests de
embarazo, suplementos alimenticios o fajas, que podrían hacer más llevadero todo el proceso. Con el
nacimiento del bebé, la situación no mejora, porque deben criar al recién nacido ellas solas en unas
condiciones de carencia material severa, sin pañales, biberones o leche en polvo.
Además, durante toda su vida, incluso durante la vejez, debido a la ausencia de productos
ortopédicos, como muletas o andadores, su supervivencia y su bajo nivel de bienestar, se ven lastrados
por su posición social.


Aunque no se tienen los datos reales, se ha producido un aumento de los matrimonios forzosos
en niñas menores, llegando a contraer matrimonio a la temprana edad de entre doce y quince años. Esto
provoca embarazos de riesgo en jóvenes de entre diecinueve y veinte años, y la reducción de las tasas
de escolarización, que ya de por sí son muy bajas.
Los principales objetivos son:

  1. Recaudar un total de 950€
  2. La colaboración con centros médicos, ONGs, asociaciones, etc., con el fin de recaudar
    materiales de higiene femenina, como compresas, geles y toallas; para embarazadas, como
    sacaleches, portabebés, etc., y para sus bebés, como leche en polvo o biberones; y para personas
    con discapacidad y de la tercera edad, como productos ortopédicos o sillas de ruedas. Desde la
    A.A.P.S. creemos que la cooperación entre entidades es importante, independientemente del
    área de actuación. Así, pensamos que contar con la ayuda de centros médicos es esencial para
    conseguir los materiales básicos de salud a los que se enfoca esta campaña. Intentar facilitar
    un futuro para las mujeres debe ser un objetivo primordial de cualquier entidad.

Unamos esfuerzos para mejorar las condiciones de las mujeres en campos de desplazados, a través de
la ayuda humanitaria y una mayor visibilidad de las situaciones a las que se enfrentan.