Palmira o la Perla del Desierto como suelen llamar los habitantes, fue una antigua ciudad de piedra ubicada en medio del desierto sirio, en la provincia de Homs.

Hoy día, solo quedan los restos y amplias ruinas las cuales son uno de los mayores puntos turísticos del lugar, la ciudad de Palmira fue la capital del antiguo Impero de Palmira, durante los años 268 – 272.

En el año 1980 Palmira fue declarada patrimonio de la humanidad.

El Arco del Triunfo es una de las estructuras mas famosas de la ciudad, junto con las pilastras, estas estaban cuidadosamente talladas con inscripciones florales, palmeras y ornamentos geométricos.

También podemos encontrar el templo de Bel. Edificado en el año 32, fue consagrado al culto de Bel. Era el dios supremo para los habitantes de la ciudad, el dios de los dioses. Este templo fue convertido en iglesia cristiana en el siglo iv.

A pocos metros del templo comienza una Gran Columnata de 1200 m que era el eje principal de la ciudad, que llegó a tener cerca de 200.000 habitantes (número enorme para su época.

A los lados de la extensa columnata hay una serie de ruinas en mayor o menor grado de conservación: el templo de Nebo, el templo funerario, el teatro y, entre otros, el ágora o gran plaza pública donde se realizaban operaciones comerciales y se discutía.

Saliendo de la ciudad, adentrándose un kilómetro en las montañas, hay un sitio de paisaje inquietante y desolador: Es el valle de las tumbas que alberga la necrópolis de la ciudad. Algunas de estas construcciones podían llegar a albergar hasta 500 cuerpos.

AUTORA: Andrea Villacañas Lorenzo

FECHA: 24/05/2023