Muchos niños y niñas sirios no han podido continuar con sus estudios y su desarrollo personal se ha paralizado.

El conflicto sirio no solo ha tenido consecuencias psicológicas y materiales. También muchos derechos fundamentales se han visto vulnerados, como el de la educación. A causa de la guerra, muchos niños y niñas sirios no han podido continuar con sus estudios, bien porque han tenido que huir a campos de desplazados, o bien porque la zona en la que se encuentran está sumida en el conflicto.

Actualmente hay más de 6,2 millones de desplazados internos sirios que se refugian en campos como el de Idlib. En esta zona, que tiene tres millones de habitantes, la mitad son menores.

La educación siria en datos: el antes y el después del conflicto

Antes de la guerra, Siria tenía un sistema educativo sólido. La escolarización en la educación primaria era de casi el 95% y del 70% en educación secundaria. Como vemos, el derecho a la educación era fundamental.

Sin embargo, desde que se inició el conflicto los niveles han disminuido. Según datos del 2018, entre 2,2 y 2,4 millones de niños y niñas desplazados sirios no tienen acceso a la educación. Esto significa una disminución importante en su desarrollo cognitivo. Además, supone que no posean un espacio donde puedan compartir con sus compañeros nuevas y buenas experiencias.

¿Por qué es tan importante el derecho a la educación?

El trauma que ocasiona la guerra puede afectar también a su desarrollo psicológico. En muy poco tiempo pueden perder sus hogares, amigos, familia y su rutina para huir a otras ciudades sin tener la seguridad de que van a regresar. La inseguridad y el miedo les puede generar problemas de salud mental.

Las escuelas son un espacio seguro e imprescindible.

Allí los niños y niñas se sienten arropados, pueden expresar sus temores y opiniones con libertad, y se evaden de la situación que viven. Además, el hecho de contar con una rutina les proporciona cierta estabilidad.

Asimismo, que los niños y niñas acudan a la escuela evita que ejerzan el trabajo infantil al dedicarse a la labor de aprendizaje, mejora el desarrollo cognitivo e incrementa la cohesión del grupo social al que pertenecen.

Por eso desde la A.A.P.S. creemos firmemente en los proyectos de construcción de colegios donde los niños y niñas puedan aprender y desarrollarse. El objetivo es asegurar el derecho a la educación y lograr un aprendizaje inclusivo, accesible e igualitario. De esta manera, los niños y niñas que viven en una situación complicada de guerra podrán tener las mismas oportunidades y el mismo conocimiento que los que viven en zonas pacíficas y más desarrolladas.

Dándoles la educación que se les ha privado podremos dejar que los niños y niñas vuelen y sueñen; que abran sus alas. Ellos mismos en el futuro, con los conocimientos consolidados que tendrán y con la enseñanza de sus propias vivencias, podrán estar más cerca de construir una nueva sociedad llena de seguridad y tranquilidad.